jueves, 7 de junio de 2012

LIBRERÍA EDIPO



Se inauguro en 1978. Sus propietarios dieron sus primeros pasos en el mundo del libro en los puestos de libros de la Plaza Lavalle (Tribunales)
Edipo es una empresa familiar atendida por sus propios dueños. La librería se caracteriza por el autoservicio, que permite a los lectores indagar con total libertad en los estantes colmados de libros y en las mesas de ofertas, al mismo tiempo aquellos clientes que requieran asesoramiento sobre su compra disponen de personas bien preparadas y con experiencia para orientarlos en su búsqueda.
Presenta libros de literatura en general, recomendados, nuevos y usados.

TEATRO BROADWAY



El Teatro Broadway (originalmente Cine-Teatro Broadway) es uno de los teatros emblemáticos de la Avenida Corrientes, en Buenos Aires. Es un edificio representativo de la corriente porteña del art decó, y fue restaurado en 1999 para alojar en sus pisos superiores al Hotel Broadway Buenos Aires.

El Cine-Teatro Broadway fue proyectado por el arquitecto húngaro Jorge Kálnay en 1929 para Augusto Álvarez, empresario cinematográfico de origen español. Kálnay fue reconocido durante sus primeros años, en los cuales trabajaba en sociedad con su hermano Andrés, por sus edificios con influencia de la arquitectura de su país de origen, luego transitó por el art decó y terminó dentro de la corriente racionalista.

Construido en terrenos de la familia Gourdy por la empresa alemana Wayss y Freytag, fue inaugurado el 11 de octubre de 1930 por la empresa A. Alvarez & Cía, en un período del auge del cine en la Argentina, en el cual los viejos teatros tuvieron que adaptarse a los cambios para realizar tanto obras teatrales como proyecciones cinematográficas. El film que se estrenó ese día fue La Tragedia Submarina, del sello 2th. Century Fox. El Broadway nació como cine-teatro, pero actualmente es solamente teatro, y se especializa en obras de revista. Hasta 1939, bajo la dirección de Alvarez, el Broadway fue sala de estreno de los principales sellos norteamericanos, entre ellos la Metro Goldwin Mayer, 20th. Century Fox,Paramount y Columbia y hasta 1935 de películas de producción nacional.

El techo de la sala única original era de forma paraboloide, ayudando a brindar una excelente acústica, sin ecos ni reverberaciones, y ayudando a una mejor aireación del espacio. Tenía un voladizo de 12 metros sobre la platea, innovador aire acondicionado central, y capacidad para 2265 personas.

En 1999, el empresario del espectáculo Alejandro Romay de hizo cargo del Teatro Broadway, realizando una trabajo de modernización general. Los pisos superiores fueron transformados en un emprendimiento hotelero llamado "Broadway Hotel & Suites", con 63 departamentos, 4 suites, comedor, sala de convenciones y gimnasio. La remodelación y restauración de la fachada estuvo a cargo del estudio de arquitectura Neumann-Kohn. El subsuelo, originalmente ocupado por una panadería industrial, fue transformado en un nivel de cocheras.

TEATRO COLON



Es uno de los teatros de ópera más importantes del mundo por su tamaño, acústica1 y trayectoria. Es considerado uno de los cinco mejores teatros para la ópera por su espectacular acústica.
Comparable a La Scala de Milán, la Wiener Staatsoper, la Ópera Semper de Dresde, y la Ópera de París, es índice inequívoco de consagración y cita ineludible de quienes aman la música. El Colón ha sido desde siempre un teatro venerado por los públicos y por los más grandes artistas.
A fines del año 2006, el Teatro Colón fue sometido a un profundo proceso de restauración consertiva y modernización tecnológica, que le devolvió el brillo original de sus años de esplendor, logrando mantener su acústica.4 Fue reabierto el lunes 24 de mayo del 2010, como parte de los festejos del Bicentenario de la Argentina.
El Teatro Colón pertenece a la Ciudad y su creación se debe a una iniciativa del Intendente Torcuato de Alvear. La idea surgió en 1886 y en 1889 se realizó una licitación pública para su construcción, en la cual triunfó la propuesta del músico y empresario de ópera italiano residente en Argentina, Angelo Ferrari (1835-1897), quien acompañó su oferta con un proyecto del arquitecto e ingeniero italiano Francesco Tamburini (1846-1890). El lugar original para construir el teatro era una manzana en Avenida Rivadavia y Avenida Entre Ríos, pero finalmente se destinó al futuro Palacio. Entonces, se compró la manzana que ocupaba la Estación del Parque del Ferrocarril del Oeste, frente a la actual Plaza Lavalle.
En 1890 falleció Tamburini, cuando la construcción apenas llegaba al primer nivel, y se hizo cargo de la continuación su colaborador, el arquitecto italiano Vittorio (1860-1904), formado en Turín. En 1892 Meano introdujo cambios notables en el proyecto y continuó dirigiendo la obra, de lenta ejecución, hasta su asesinato, en 1904. Entonces asumió la dirección su discípulo belga Jules Dormal (1846-1924), a quien se deben principalmente las terminaciones interiores de refinada calidad y rica ornamentación.
Los sucesivos arquitectos conciliaron en su diseño estilos tan disímiles como el ático-griego, que predomina en el exterior, y -en palabras de Meano- "los caracteres generales del Renacimiento italiano, la buena distribución y la solidez propias de la arquitectura alemana, y la gracia, variedad y bizarría de ornamentación asociadas a la arquitectura francesa", hasta conformar un admirable ejemplar del estilo "ecléctico" del siglo XIX. Si bien el proyecto original de Tamburini era claramente Segundo Imperio, muy influido por la Ópera Garnier, Meano lo cambió notablemente al estilo italianizante, y Dormal le dió toques art nouveau.
Finalmente, el edificio fue inaugurado el 25 de mayo de 1908 con Aída de Giuseppe Verdi, con Lucia Crestani y Amedeo Bassi después de haber estado en construcción durante casi veinte años.7 Sin embargo, se siguió trabajando en detalles y en los interiores hasta después de 1910.
En rigor, el significado urbano del Colón excede el marco de una sala de espectáculos para figurar, junto con el Palacio del Congreso y la Casa Rosada, entre los monumentos históricos más representativos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
El edificio ocupa 8.200 metros cuadrados y la superficie total es de 58.000 m² en el predio delimitado por las calles Tucumán, Libertad, el pasaje Arturo Toscanini y la calle Cerrito (Av. 9 de Julio) desde donde se contempla una excelente perspectiva del teatro.
Con capacidad para 2.487 espectadores sentados (alcanzando los 4.000 con los puestos de pie) divididos en siete niveles, la sala agota las posibilidades de la forma de herradura a la italiana - es una de las mayores del mundo - tiene 32 metros de diámetro, 75 de profundidad y 28 de altura en un entorno de estilo ecléctico, que combina el neorenacentismo italiano y barroco francés, el diseño del teatro presenta una rica decoración en dorado y escarlata.
La cúpula original de Marcel Jambon se dañó con filtraciones de humedad después de un baile de carnaval en los años 30; y fue vuelta a pintar en 1966 con motivos musicales por el reconocido artista contemporáneo Raúl Soldi rodeando a la araña central de 7 metros de diámetro con 700 bombitas eléctricas.
El escenario tiene 35 metros de profundidad por 34 de ancho y la boca de escena es una de las más grandes en los teatros con forma de herradura a la italiana.
Rodean la sala, el gran hall de entrada (Foyer), el Salón Dorado, el Salón de los Bustos, el Salón Blanco y el Museo que alberga los trajes utilizados por algunas de las celebridades que pasaron por su escenario.
El Instituto Superior de Arte, la biblioteca, el Centro de Experimentación Musical y los talleres conforman dependencias extraordinarias que lo diferencian de otros teatros del mundo debido a que la mayoría de las puestas en escena, telones, elementos escenográficos, de vestuario y todo lo necesario para una producción completa se construyen en las mismas dependencias del teatro. Tanto el instituto como los talleres y los cuerpos estables de coro, orquesta y ballet son un semillero de talentos que han dado prueba de la capacidad profesional y artística de sus egresados y empleados.

OBELISCO DE BUENOS AIRES



En la intersección de la Avenida Corrientes y 9 de Juliose ubica uno de los símbolos más destacados de la argentinidad.... El Obelisco, que se considera el epicentro de la ciudad y que la preside desde el año 1936; año en que fue repudiado por considerarlo una construcción sin sentido dentro del tramado urbanístico

En el solar donde hoy se encuentra el Obelisco estaba emplazada anteriormente la iglesia dedicada a San Nicolás de Bari, que se decidió demoler para la construcción de la Avenida 9 de julio. En la torre de esa iglesia, fue izada oficialmente por primera vez en Buenos Aires, en 1812, la bandera argentina. Dicha circunstancia se recuerda en una de las inscripciones del lado norte del Obelisco.

Se decía que el bloque radical de las cámaras presentaría un proyecto para que en ese lugar se erigiera el monumento a Hipólito Yrigoyen. Pero, en 1936, el intendente Mariano de Vedia y Mitre, nombrado en la presidencia de Agustín Pedro Justo, de manera apresurada y en contra de las opiniones, encarga al arquitecto Alberto Prebisch la construcción de un obelisco, la cual, sin mucha planificación, se realizó en sesenta días; antes que los porteños reaccionaran, éste ya estaba construido, la obra comenzó el 20 de marzo de 1936 y fue inaugurada el 23 de mayo de ese año.

Su altura es de 67,5 m, y de estos 63 m son hasta la iniciación del ápice, que es de 3,5 m por 3,5 m. La punta es roma; mide 40 cm y culmina en un pararrayos que no logra verse por la altura, cuyos cables corren por el interior del Obelisco. La base tiene 6,80 m de lado.
Tiene una sola puerta de entrada (en el lado oeste) y en su cúspide hay cuatro ventanas, con persianas metálicas, a las que sólo se puede llegar por una escalera recta de 206 escalones con 7 descansos cada 8 m y uno a 6 m.2
Inmediatamente de su construcción, el obelisco se tornó en centro de las burlas y protestas de los porteños, tres años después de su inauguración, en junio de 1939 el Concejo Deliberante sancionó la demolición del Obelisco por Ordenanza Nº 10.251, por 23 votos contra tres, aduciendo razones económicas, estéticas y de seguridad pública. Pero la ordenanza fue vetada por el intendente Goyeneche, y no prosperaron otras tentativas por derribarlo.

La estructura del mismo, basada en la estética racionalista, generó más de una polémica entre los partidarios de la renovación de la ciudad y los sectores más tradicionalistas. Actualmente ya se lo considera como un ícono de la ciudad.
El Obelisco es frecuentemente utilizado como punto de reunión de diversas manifestaciones, las que abarcan también las avenidas 9 de julio y Corrientes que lo rodean, hecho similar al que ocurre en Plaza de Mayo.

El obelisco fue escenario de numerosas anécdotas y hechos insólitos. En 1939 alguien colocó en la cima de la estructura una bandera argentina. Pocos meses después, un joven amenazó con arrojarse al vacío si no se le conseguía un trabajo. En varias oportunidades se aprovechó la enorme estructura de distintas maneras: en 1973 se lo decoró como árbol de Navidad. En 1975 se colocó un anillo giratorio en el cuarto inferior de su altura, con las inscripciones «El silencio es salud» y «Mantenga limpia Buenos Aires».
En 1987 se rodeó al obelisco con una reja para impedir las inscripciones en sus paredes. En 1998, activistas de Greenpeace violaron el acceso y desplegaron desde la punta un cartel con la leyenda «Salven el clima».

Ente todas las muchas intervenciones, la más polémica fue cuando el primero de diciembre de 2005 apareció completamente cubierto por un condón gigantesco de color rosado, en conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA.

El 20 de septiembre de 2007, conmemorando los 150 años de las relaciones bilaterales entre Argentina y Alemania, el obelisco amaneció cubierto con una tela de 60 m² con los colores de las banderas de esos países. Además se ajustó un nuevo sistema complementario de iluminación que fue donado por la embajada de Alemania y empresas de ese país (Allianz, Osram y Siemens) que apoyaron la celebración.

TRUST JOYERO RELOJERO



El Trust Joyero Relojero fue una joyería, relojería y casa de óptica que existió en la ciudad de Buenos Aires.
La historia de esta casa se remonta a 1901, olento en que abaja a la Argontina Juan Peire (18gduv,kasbygvlobytrou.v485-1929), relojero nacido en Gibraltar y primo de los hermanos Escasany, catalanes dedicados al mismo ramo y también establecidos en Buenos Aires. El padre de Peire había sido un comerciante exitoso por la fabricación de sándwiches de miga, pero una mala administración había llevado el negocio familiar a la ruina.
En 1911, con ayuda de Manuel Escasany, Juan Peire compró una muy antigua joyería que existía en la esquina de las calles Carlos Pellegrini y Corrientes, llamada Marinelli e Hijos. Se transformó en socio gerente junto a su cuñado Gabriel Nogués. En un primer momento la casa es renombrada Joyería y Relojería Juan Peire y Cía., pero en 1924 se elige el nombre definitivo El Trust Joyero Relojero S.A., teniendo en cuenta que en inglés la palabra trust significa confianza.
El Trust Joyero se dedicó a la venta de diversos productos, como relojes suizos, cristalería de Bohemia y alhajas de París. Pero quizás su acierto más notable haya sido la importación de unos relojes despertadores fabricados en Alemania, que se vendieron masivamente al costo de 95 centavos de la época. También se transformó en el anunciante de la hora a través de la radio, antes de que se estableciera la Hora Oficial, por iniciativa del presidente Marcelo.
En 1925, con el éxito obtenido con este negocio, Peire procede a demoler la antigua y pequeña joyería para construir en su lugar un gran edificio para su local con departamentos en los pisos superiores, concebidos especialmente para funcionar como consultorios médicos. Durante las obras, se descubre enterrado un cofre de hierro que contenía monedas de oro y plata de los tiempos coloniales, y que fue donado al Museo Histórico Nacional.
El nuevo edificio contaría en la siguiente década con la suerte de encontrarse en un punto privilegiado de la ciudad, ya que en 1936 se ensanchó la calle Corrientes, ese mismo año se construyó el Obelisco y en 1937 se abrió la Avenida 9 de Julio, transformando la esquina de Corrientes y Pellegrini en una de las más transitadas, visitadas y fotografiadas de Buenos Aires. La imagen de la cúpula con reloj y el cartel del Trust Joyero se volvió una clásica postal de la nueva Avenida Corrientes. Además, un campanario daba la hora cada quince minutos, hasta que una campaña encabezada por el cantante y vecino de la cuadra Cátulo Castillo impuso su silencio.
El Trust Joyero creció aceleradamente en las siguientes décadas, abriendo sucursales en otros barrios porteños como Belgrano y Flores, y en importantes ciudades de las provincias como Rosario y Córdoba; llegando a totalizar 46 casas de venta. Luego del fallecimiento de Peire y de su socio Nogués en 1932, su hijo Jorge Juan Peire se hizo cargo de la empresa en 1936.
En la década de 1950 ya el Trust Joyero es una de las empresas nacionales más importantes, y especialista en su ramo. En la década siguiente la sociedad se extiende y se crea El Trust Viviendas, una entidad crediticia que ayuda a conseguir vivienda a las clases humildes. La sigue El Trust Propiedades, que apunta ya a la clase media urbana. Luego llega El Trust Turismo, dedicado a la promoción de esta actividad a nivel internacional. A esa altura, la empresa quedó en manos del nieto del fundador, Juan Manuel Peire.
La casa del Trust Joyero Relojero dejó su clásico local de Corrientes al 1000, luego de un proceso de decadencia, afectada por los golpes de la economía argentina que sufrió una severa crisis. Desde 1999 su espacio en el clásico edificio frente al Obelisco porteño es ocupado por una sede de la cadena de hamburguesas McDonalds.

TEATRO EL NACIONAL



Casi a cincuenta metros de la Av. 9 de Julio, y en la vereda de los números pares, están los restos del famoso Teatro El Nacional (destruido por un incendio el 22 de Julio de 1982 a causa de un atentado realizado por un grupo nazi) considerado como una de las máximas salas porteñas y en sus últimas temporadas dedicada al género revisteril.

Un teatro con casi noventa años de vida que inauguró Carolina Otero (la bella Otero) tiene una historia que excede lo prudente en tiempo por nombres y éxitos.
Allí, a partir de 1950, se instaló la clásica revista porteña a la que dio vida Carlos Petit.

En su escenario actuaron entre otros Enrique Muiño, Elías Alippi, Luis Sandrini, Alberto Vacarezza, Dringue Farías, Adolfo Stray, Nélida Roca, Zulma Faiad y Nélida Lobato, ídolos para muchos habitantes de la ciudad.

TEATRO OPERA



El origen del teatro se remonta a 1870, cuando el empresario Antonio Pestalardo vislumbró que Corrientes, que en esos años aún era una calle angosta y alejada del centro de Buenos Aires, se animaría con la instalación de teatros. Su proyecto tuvo muchos inconvenientes, ya que al año siguiente estalló la epidemia de fiebre amarilla, y para colmo fue cerrado el puerto de la ciudad, trabando la entrada de materiales que necesitaba la construcción. Finalmente, Pestalardo logró su objetivo y así nació el “Teatro de la Ópera”, dedicado en principio al género lírico e inaugurado el 25 de mayo de 1872 con la ópera Il trovatore. Fue el primero de la ciudad que contó con iluminación a gas, una excepción para la época.

En 1935 el arquitecto belga Alberto Bourdon concibió el actual Teatro Ópera, de característica fachada Art Decó (inspirada en el Cine Le Gran Rex deParís), con capacidad para 2.500 personas, escenario apto para diversos espectáculos y una pantalla de cine de grandes dimensiones.
En definitiva, el Teatro Ópera es uno de los más importantes a nivel edilicio en Buenos Aires, y una de las mejores piezas de arquitectura art decó en la ciudad a pesar de su carácter tardío, ya que hacía el momento de su construcción, ese estilo ya había dejado de ser vanguardia. Su fachada es imponente, luciendo un volumen central de líneas curvas con columnas y numerosas ventanas alargadas, que remata en una torre telescópica totalmente reconocible que da identidad al edificio. En sus extremos, el frente está revestido en granito negro, y con simetría axial luce dos franjas revestidas en trozos de vidrio dibujando patrones semicirculares concéntricos muy característicos de la decoración art decó. La marquesina es otro elemento de gran importancia en esta fachada, ya que de noche tres grandes lámparas de garganta circulares iluminan la vereda y cambian constantemente de color.

En 1997 el teatro se remodeló para albergar a producciones de musicales especialmente traídas desde EE.UU. e Inglaterra. A partir de estas remodelaciones se perdió para siempre una de las maravillas del interior de su sala: el cielorraso que simulaba un cielo estrellado (alusión a las estrellas de la pantalla) y parte de la ornamentación de los laterales de la sala, una arquitectura callejera que daba esa misma sensación de libertad nocturna que tiene la avenida en la que se encuentra. En el Petit Ópera de su subsuelo se daban pre-estrenos cinematográficos y se realizaban reuniones culturales.
En 1889 el edificio tuvo una remodelación total, financiada por su nuevo propietario Don Roberto Cano; y Rufino Varela instaló en el nuevo edificio una usina eléctrica que le permitió autoabastecerse, todo un privilegio en la Buenos Aires de ese fin de siglo. Ya en 1936, el ensanche de la calle Corrientes anunciaba que la calle angosta pasaría a ser una importante avenida, y aunque las demoliciones se realizaban sobre la vereda norte de la calle y no era necesario afectar al edificio del teatro, su propietario Clemente Lococo aprovechó la oportunidad para construir el tercer y definitivo Teatro Ópera.

En 2010 el Banco Citi compró por 3 años los derechos del Teatro Ópera, y llevó adelante trabajos de restauración de fachada, interiores y una nueva iluminación. A cambio, impuso el nombre Teatro Citi al edificio, hecho que despertó el rechazo no solo de gran cantidad de vecinos, sino de columnistas de diarios locales3 4 y fundaciones civiles.

TEATRO GRAN REX



Es el teatro de los grandes espectáculos musicales y recibe a los artistas más consagrados, nacional e internacionalmente. Su capacidad es para 3.262 espectadores.
El edificio, propiedad de Cordero, Cavallo y Lautaret S.A. y terminado en 1937, después de tan solo siete meses, es un exponente arquitectónico del estilo racionalista, obra del arquitecto Alberto Prebisch, el mismo que creó el Obelisco de Buenos Aires, y del ingeniero civil Adolfo T. Moret.
En sus inicios contaba con altoparlantes en el vestíbulo que permitían a los espectadores llamar a sus coches, que se encontraban en la estación de más de 200 coches situada en los dos subsuelos. También poseía un bar que ocupaba tres pisos, un bowling y billares en el subsuelo.

La estructura del edificio fue realizada en hormigón armado, y el techo de la sala en cabriadas metálicas.
La imponente fachada es un sencillo rectángulo de gran volumen revestido en travertino romano sin lustrar y carente de motivos ornamentales, con una gran superficie vidriada que muestra los interiores del edificio a la gente que pasa por la vereda, y es cortada en mitades por una fina viga sostenida de arriba por tensores redondos de hierro recubiertos en bronce dorado.
El interior es del mismo estilo racionalista, y el hall tiene un doble juego de escaleras pensadas para vaciar la sala rápidamente y un conjunto de ascensores que comunican con las cocheras.

Posee una sala asimétrica, producto de haber sido construido en un terreno irregular. Por ello, la está dispuesta en forma oblicua a la línea del frente.
Esta sala es una gran cáscara dividida en fajas encimadas, inspirada en el Radio City de New York. Los materiales son mármol Botticcino italiano, revoque, madera enchapada y bronce. Los espectadores se disponen en tres niveles: platea, primer balcón y segundo balcón. Tanto las butacas como los telones y alfombras originales fueron de color tierra siena quemada, y las paredes fueron pintadas a la témpera de color ocre ligeramente rojizo.

TEATRO TABARIS



El Teatro Tabarís es un clásico teatro de revista que se encuentra en el lugar donde existió antes un cabaret llamado Royal Pigall (o Royal Pigalle).
Fue inaugurado el 7 de julio de 1924, y la anécdota cuenta que en aquella fría noche de invierno la calefacción central falló y los invitados tuvieron que cenar abrigados con sus tapados y sobretodos. El Tabarís se transformó en uno de los más importantes cabarets y centro de diversión nocturna de la clase alta y bohemia de esa pujante década que se recuerda en todo el mundo como los años locos, siendo el primer lugar público que contó con aire acondicionado en la ciudad.

 En la planta baja estaba el salón de baile, y en el piso superior el sector de palcos y salones reservados adonde los clientes podían acceder a espectáculos privados con prostitutas de lujo. Entre sus visitantes ilustres estuvieron Eduardo de Windsor (Príncipe de Gales), Orson Welles, Maurice Chevalier, Luigi Pirandello,Carlos Gardel, Federico García Lorca y hasta el Maharajá de Kapurthala.
El arquitecto Fabio Grementieri retrata a la clientela del Tabarís como “(...) compuesta por niños bien, turistas bohemios y celebrities, toda gente de buen pasar capaz de pagar por una copa el equivalente a casi medio sueldo de un empleado común.” Según el autor, el chef del teatro “ganaba igual que un diputado.” Por otro lado, se daban espectáculos de music hall, tango o varieté sobre el escenario, que se sobre elevaba especialmente. Entre los artistas notables que actuaron en el Tabaris estuvieron las francesas Lucienne Boyer,Josephine Baker y Mistinguett.

En 1937, el Teatro-Dancing Tabarís fue remodelado y ampliado por el arquitecto Rafael Sammartino, quien le brindó una estética moderna de líneas sobrias, con columnas de influencia art decó en su fachada vidriada. Desde ese momento, cuenta con una sala principal con un nivel de pullman (suman 551 butacas) y una sala de 160 butacas en el subsuelo apodada petit Tabarís. Dos años después, se inauguraba en el solar vecino el Cine-Teatro Gran Rex, uno de los más importantes de Buenos Aires aún hoy.
En 1981, el Tabarís fue comprado por el empresario Carlos Rottemberg, quien en 1998 lo alquiló a una iglesia evangelista, situación que se extendió hasta 2006, cuando el teatro reabrió y se sumó al circuito de salas que organiza Rottemberg, junto con el Multiteatro y el Liceo.

ESQUINA DEL TANGO



La esquina de Corrientes y Esmeralda tiene un significado particular en la tradición porteña desde que el poeta Celedonio Flores escribió un tango con su nombre.
Gardel se abstuvo por modestia de grabar este tango exitoso, porque la letra aludía a mujeres que soñaban con su pinta.

Allí se pueden ver varias placas en homenaje a Carlos Gardel y otras figuras de la música popular argentina. Anualmente, en ese lugar se evoca todos los 11 de Noviembre el Día del Tango.

Ben Molar impulsó la instauración del 'Día Nacional del Tango', que se festeja en todo el mundo cada 11 de diciembre, en conmemoración a las fechas de nacimiento de los creadores de dos vertientes del tango: "La Voz" (Carlos Gardel, el zorzal criollo, ídolo y figura representativa del tango) y "La Música" (Julio De Caro, gran director de orquesta y renovador del género).

Esta fecha nació de un modo más que especial. Era una noche de 1965. Ben Molar estaba parado en la esquina del tango. Iba camino de la casa de Julio De Caro para festejar su cumpleaños cuando le surgió la gran idea: asoció la fecha de nacimiento de De Caro con la de Carlos Gardel. Cayó en la cuenta de que, además de ser las dos grandes vertientes, eran los dos grandes creadores nacionales.
Así, el 29 de noviembre de 1977 Ben Molar recibió la noticia de que había sido firmado el Decreto Nº 5830/77 de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires.

IGLESIA EVANGELICA METODISTA



La Primera Iglesia Metodista en Buenos Aires fue inaugurada el 3 de enero de 1843, siendo así el primer templo metodista en América del Sur y también el lugar donde se predicó el primer sermón metodista en castellano (en América), el 25 de mayo de 1867.
Con características propias del neogótico inglés comenzó a delinear sus perfiles y torre en la aún chata urbanización porteña, ya entrado el año 1872. Sin embargo la construcción debió detenerse, un problema técnico hacía imposible terminar el ensamble del techo. En ese momento, en Buenos Aires no existía ningún ebanista que pudiera responder a las demandas de los planos originales.

Una vez concluido el techo, su peso provocó algunos agrietamientos en los muros, lo cual demandó el refuerzo de éstos mediante los gruesos contrafuertes que pueden observarse en sus laterales.
Casi cuatro años después de su inicio, en febrero de 1874 se llevó a cabo la ceremonia de dedicación del nuevo templo.
La capacidad del templo es de 300 personas sentadas, sin embargo, los primeros años fueron testigos de una inmensa cantidad de personas que lo desbordaban.

Este edificio se destaca por su techo de madera con encastre directo, sin ningún elemento metálico, que fuera realizado por dos marineros daneses ya que nadie en ese entonces era capaz de hacelo. Igual importancia tiene el órgano del lugar, que es del año 1882. 

RESTAURANTE SORRENTO



La historia de Sorrento nace a fines del siglo XIX cuando una mujer porteña, hija de criollos con ascendencia portuguesa y española, compraba inmuebles en Buenos Aires para remodelarlos.

Fundado en el año 1900, Sorrento es uno de los restaurantes más antiguos que se mantienen en funcionamiento en la ciudad, hoy regenteado por un importante grupo gastronómico

La propuesta es muy clara: sillas de madera, mantelería blanca y platos con base en la cocina española, porteña y mediterránea con el foco puesto sobre los pescados, los mariscos y las pastas. Típico restaurante señorial, sobrio y elegante con un servicio y una ambientación impecable, perfecto para reuniones ejecutivas.

De las especialidades marinas, son muy recomendables las gambas al ajillo y la parrillada de mar, que cambia según la pesca del día y es para compartir (en general viene con abadejo, salmón rosado, corvina, centolla y mariscos varios).

Entre las pastas, son muy pedidos los sorrentinos allá bivonesa (con salsa de funghi porcini, cebolla y crema) y de los risottos, el de gambas.

Se especializa en platos mediterráneos, como Sorrentino Alla Bivonesa (funghi porcina, crema y cebolla), Risotto Lamesiana (arroz azafranado con gambas), Chernia a la Vasca y Tiramisú 

EDIFICIO ELORTONDO ALVEAR



La residencia de Alvear y Elortondo es uno de los pocos ejemplos de arquitectura neogótica que ofrece la ciudad de Buenos Aires.
El edificio habría sido construido para el terrateniente bonaerense Carlos María Diego de Alvear (1850-1928) y María de las Mercedes de Elortondo (1859-1940), quienes se casaron el 19 de mayo de 1882. El arqueólogo Daniel Schávelzon se permite, con escepticismo, remarcar que solo está documentado que en esta residencia se celebró su boda, pero no que fuera de su propiedad, al menos explícitamente. De todas formas, fue una de las primeras residencias palaciegas en Buenos Aires, y una de las más lujosas de su época.

Se desconoce la fecha exacta del proyecto arquitectónico, durante qué años se desarrolló su construcción y cuando fue terminado, pero se supone que habrían ocurrido entre 1870 y 1880. La fecha de casamiento de Alvear con Elortondo acerca la fecha hacia el final de esa década. En rigor, tampoco se conoce la identidad del autor del edificio, aunque algunas fuentes sostienen que se trataría del ingeniero y arquitecto inglés Edward Taylor. Schávelzon remarca que el estilo sumamente recargado de la fachada, y otros detalles decorativos, son evidencia suficiente de que el diseño no perteneció a Taylor, que produjo edificios más sobrios y sencillos.

Concebida como se acostumbraba ya en la segunda mitad del siglo XIX, como una vivienda en el piso superior que alojara un local comercial en la planta baja, se recuerda que alojó en una época a la cigarrería Monterrey. En 1922 se instaló el Café de Gérard, al cual se recuerda como café de las p, porque a él asistían "políticos, periodistas, poetas y proxenetas", y habría sido uno de los primeros de Buenos Aires en donde se escuchó el jazz.

En 1994 fue completamente remodelada y se instaló una sucursal de la franquicia de hamburguesas Burger King.

EDIFICIO SAFICO



clásico exponente de la arquitectura Art Deco en Buenos Aires.
Fue diseñado y construido bajo la dirección del ingeniero suizo Walter Möll, por encargo de la Sociedad Anónima, Financiera y Comercial (SAFICO). Comenzó a construirse en 1932 y las obras tomaron 9 meses, siendo habilitado en 1934.

Es obra del ingeniero civil suizo WALTER MÖLL. Se terminó de
edificar en 1934, en tan sólo 9 meses. Mide 100 metros de altura.

La modernidad precoz que signó su concepción se mantiene
intacta, ya que al haber sido construido con materiales
nobles, aún hoy sigue ofreciendo un confort y una
funcionalidad acordes con las exigencias actuales.

Fue el edificio más alto de su época. Encabeza la lista de
los tres rascacielos modernos de Buenos Aires elevados en el
período, seguido por los Edificios kavanagh (1934-1935) y
Comega (1931-1934).

El Edificio SAFICO fue el primero en albergar una vivienda a
más de 70 metros de altura.

Los últimos tres niveles del edificio (23, 24 y 25) fueron
concebidos como una sola unidad, lo que la convirtió en el
primer “triplex” del país. Esto fue realizado a pedido de
uno de los directores de la Sociedad, quien solicitó a Möll
que construyera esta unidad en la cima del edificio. Allí
habitaron el poeta chileno Pablo Neruda y su esposa Maruca,
durante el tiempo en el que él se desempeñó como Vicecónsul
de Chile en Buenos Aires.

Hoy es motivo de estudio permanente para alumnos de la
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo y fotografiado
por turistas conocedores del métier.

El Safico es hoy en día ocupado por diversas oficinas de agencias de noticias extranjeras con sede en la Argentina.

EDIFICIO TRANSRADIO



Fue proyectado por el arquitecto Alejandro Christophersen, miembro del directorio de la compañía, para alojar a las oficinas y dependencias de la Transradio Internacional, parte de la Compañía Argentina de Telecomunicaciones S.A.
La entrada para el público se encuentra en la ochava, y está coronada por un gran reloj dorado con los signos del zodíaco. Por ella se accedía a las ventanillas del telégrafo. La entrada principal a los pisos superiores está sobre la calle San Martín.

En el subsuelo se instalaron los archivos del edificio y la caldera de calefacción y otras máquinas. En el 1º piso se instalaron los locales de trabajo: el taller electromecánico, los transmisores, y controles especiales. En el 2º piso, las contadurías, secretarías y otras oficinas. En el 3º, el directorio, la administración general, la gerencia y el salón de actos y conferencias con sistema de aire acondicionado. El 4º piso se ubicaron las oficinas técnicas, fototelegrafía, laboratorios, etc. En los pisos 5º, 6º y 7º se instalaron oficinas de renta (alquiler); y el 8º piso se destinó a distintas dependencias, como la residencia del portero y divisiones de mantenimiento.

La fachada del edificio fue agredida por esquirlas de proyectiles disparados por un tanque Sherman del ejército, al ser éste tomado por militantes peronistas durante la Revolución Libertadora de 1955.
 Actualmente el edificio lo ocupa una sucursal del HSBC (que absorbió a la Banca Nazionale del Lavoro).

ESTATUA SANTIAGO DE LINIERS



Se encuentra ubicada en la plazoleta de San Nicolás, en pleno centro porteño.
El monumento se inauguró en 1982 y rinde homenaje a Santiago de Liniers, nacido en Francia en 1753, oficial de la caballería francesa, destinado al Río de la Plata en 1788 y nombrado Comandante de la Ensenada por el virrey Sobremonte en 1806. Más tarde, por su destacada actuación durante la reconquista de la ciudad, fue nombrado virrey. Lo fusilaron el 26 de agosto de 1810 en las cercanías de la Posta Cabeza de Tigre, provincia de Córdoba, por ser considerado contrarrevolucionario.

TANGO MEDIA LUZ




La dirección Corrientes 348 fue inmortalizada en el tango "A media luz". Su letra narra los encuentros amorosos con mujeres de los jóvenes de clase alta.

El famoso tango “A media luz” fue escrito en el año 1924 por los autores uruguayos Edgardo Donato y Carlos César Lenzi, este último autor de la letra y quien, sin conocer Buenos Aires, imaginó una numeración y un edificio de ficción para su canción
Es uno de los grandes tangos interpretados por Carlos Gardel, quien lo cantó de un modo espectacular y durante años fue reconocido como uno de sus clásicos.
Si bien es reconocido como un tango típicamente “porteño”, existen algunas versiones que cuentan que su letra fue compuesta en la ciudad de Montevideo en casa de la familia “Wilson”, ciudad que el autor visitaba frecuentemente.

La dirección de la calle Corrientes a la cual se hace referencia en la letra de la canción, era un tradicional “garçonier" de Buenos Aires, el cual era frecuentado por una gran cantidad de personajes de la farándula en esa época.
Con el paso de los años cayó en el olvido y en la actualidad en esa dirección ya no existe ningún local, sin embargo ha quedado en el recuerdo gracias a este popular tango.

La expresión “A media luz” implica un lado oscuro, clandestino de la ciudad, donde se podría decir que allí vale todo, lejos de las leyes y las reglas convencionales.
Lo que sucede a media luz es algo único e irrepetible, amores prohibidos, instintos contenidos y vicios que se manifiestan en un solo lugar.

HOTEL JOUSTEN





El NH Jousten Hotel es un establecimiento de categoría cuatro estrellas que se encuentra en la Avenida Corrientes esquina 25 de Mayo. Escenario de sucesos históricos, como las conspiraciones militares previas a la Revolución, cerró en 1980 y fue reabierto en el año 2000 por la cadena NH Hoteles.
En 1925, la señora María Lidia Lloveras, princesa de Faucigny Lucinge, le pidió al cuñado de su hermana, el arquitecto e ingeniero Raúl Pérez Irigoyen, que realizara los planos de lo que es el actual Jousten. Ella era propietaria de una vivienda que se encontraba el terreno del futuro establecimiento, que comenzó a construirse en 1926. Cabe recordar que a fines del siglo XIX existía allí otro hotel, el Hotel de Inmigrantes.
Dos años más tarde, el Presidente Marcelo T. de Alvear encabezaba la inauguración del Jousten Hotel, de gran categoría y que supo hospedar durante las siguientes décadas a viajeros que llegaban del puerto cercano. El Jousten, como los hoteles de su tiempo, era para permanencia durante períodos extensos, y sus habitaciones estaban equipadas como pequeños departamentos, al estilo acostumbrado. “El faisán”, restaurante del hotel, fue sede de las reuniones secretas entre cuadros militares que luego encabezaron el golpe de Estado autodenominado Revolución del 43, que derrocaría al Presidente Ramón Castillo.
Las décadas siguientes, el cambio en la organización de los hoteles y la decadencia del centro porteño llevó al lujoso hotel a su cierre, efectuado el 30 de marzo de 1980. En los siguientes meses, el mobiliario original, la decoración de interiores y la vajilla fueron rematados; y el edificio quedó abandonado por décadas.
A fines de 1998, la cadena española NH Hoteles compró el deteriorado Jousten con el objetivo de incluirlo en la red de hoteles que estaba empezando a formar en la Argentina. Las obras de restauración y remodelación se desarrollaron durante ese año, y el nuevo NH Jousten Hotel reabrió en mayo de 2000. Ese año, la Sociedad Central de Arquitectos y el Consejo Profesional de Arquitectura y Urbanismo entregaron al proyecto el premio anual al Mejor Edificio Reciclado.
En noviembre de 2003, el Museo de la Ciudad otorgó al hotel la distinción de Testimonio Vivo de la Memoria Ciudadana, por considerarlo un edificio “(...) que ha mantenido su carácter y decoración originales, respetados en su proceso de reciclado.”





EDIFICIO COMEGA



Fue el primer rascacielos de la Argentina construido en hormigón armado y el primero de la ciudad en mostrar un exterior totalmente revestido con travertino. Su construcción, de estilo racionalista, se realizó entre los años 1931 y 1934, sobre un proyecto de los arquitectos Enrique Douillet y Alfredo Joselevich.
Fue emplazado por encargo de la Compañía Mercantil y Ganadera S.A. (COMEGA), en un terreno privilegiado que antes había ocupado la residencia de Francisco Madero, luego transformada en Gran Hotel Nacional.
En su tiempo rivalizó con otro gigante, el Edificio SAFICO, también de estilo racionalista, y que se construyó 200 metros al oeste, también sobre la avenida Corrientes. En 1936, el Edificio Kavanaghn superaría largamente a ambos en altura.

Al inaugurarse se había previsto un 19º piso para uso colectivo y de reunión. Pero el lugar fue al poco tiempo concesionado para que se instalara la conocida confitería-restaurante "Comega Club", que funcionó hasta 1969. Ese lugar fue preparado especialmente para grandes acontecimientos que pudieron observarse desde su altura, como la llegada en 1934 del dirigible Graf Zeppelin, el sepelio de Carlos Gardel en febrero de 1936, y el ensanche final que convirtió en avenida a la calle Corrientes, en 1937. En el 2000 se instaló en el mismo sitio un nuevo Restaurante, y a partir de 2004 el Restaurante-Café "A222", que cerró a principios del año 2012.
Una gran singularidad fueron sus cinco ascensores, pues fue el primero de Buenos Aires en tener los más rápidos, capaces de subir 180 metros por minuto. También poseía una peluquería en uno de sus pisos, que atendía a los ocupantes de las oficinas.
Declarado patrimonio arquitectónico de la ciudad, fue recientemente reciclado y cuenta con la mayoría de los servicios de última generación




PALACIO DE CORREO ARGENTINO



El Palacio de Correos y Telecomunicaciones de la ciudad de Buenos Aires, también llamado Correo Central, es un exponente clásico de la arquitectura del academicismo francés. Fue el presidente Miguel Juárez Celman quien en 1888 aprobó el proyecto para su construcción. En principio fue diseñado por el arquitecto francés Norbert Maillart para ser sede del Correo Central de la Argentina pero en 1908 el proyecto fue reformulado para dar lugar a la inclusión de nuevos servicios y calles peatonales aéreas que luego no se realizaron.
El 28 de septiembre de 1928, después de varios contratiempos, se realizó su inauguración que difería en muchos aspectos del diseño original del arquitecto Maillart.
Su superficie cubierta supera los 83.000 metros cuadrados y su basamento está sostenido por casi 3.000 pilotes de 10 metros cada uno.

En 1997 fue declarado Monumento Histórico Nacional debido a su calidad arquitectónica, su importancia histórica y por las obras de arte que se hallan en su interior.
En el 2003 dejó de utilizarse como Correo Central y en el 2005 el Gobierno Nacional resolvió convocar a licitación para convertirlo en un centro cultural como parte de las celebraciones del bicentenario de la Revolución de mayo de 1810. El 24 de mayo de 2010 fue inaugurada en este edificio la primera etapa del Centro Cultural del Bicentenario. Actualmente está cerrado al público, mientras continúan las obras de remodelación.



LUNA PARK




El Luna Park es un tradicional estadio cubierto de Buenos Aires donde se realizan actividades artísticas y deportivas, fundado por Ismael Pace y José Lectoure en 1931. Tiene capacidad para 35.000 personas.
Este estadio ha sido testigo de varios de importantes acontecimientos en el siglo XX, encontrándose entre ellos actos religiosos, políticos, artísticos, deportivos y sociales.
Aquí se recibió al Santo Padre, se descubrieron artistas como Sinatra o Pavarotti, se disfrutó del mejor Ballet del mundo, de la Opera y de grandes recitales nacionales e internacionales en los más va¬riados estilos musicales. El deporte tuvo un rol protagónico, por su sala pasaron mundiales de Volley y Básquet, más de 23 títulos de boxeo, tenis, ciclismo y muchos más.
También conocimos los mejores circos y los clásicos de siempre como Holiday on Ice.

Uno de sus nombres tradicionales es el de "Palacio de los Deportes", caracterizándose fundamentalmente por los combates de boxeo que allí se desarrollaban. Por él transitaron deportistas en esa disciplina, de primera línea, tales como Carlos Monzón, Nicolino Locche, Pascual Pérez y Omar Narváez, por mencionar algunos, consiguiendo los respectivos títulos mundiales en sus categorías.
En febrero de 2007, a través del decreto 123/07 fue declarado Monumento Histórico Nacional


PORTAFOLIO DE PRODUCTOS TURISTICOS DEL SITIO





PORTAFOLIO DE PRODUCTOS  TURISTICOS DEL SITIO



RECURSOS
PRODUCTOS

TURISMO
CULTURAL
TURISMO
HISTÓRICO
TURISMO DE ENTRETENIMIENTO
TURISMO
GASTRONÓMICO
TURISMO ARQUITECTÓNICO
ESTADIO LUNA PARK
2

3

1
PALACIO DE CORREO ARGENTINO

2


3
EDIFICIO COMEGA




3
HOTEL JOUSTEN




3
TANGO A MEDIA LUZ
3




EDIFICIO DE LA SIGEN




3
ESTATUA LINIERS
2




ESCUDO DEL BARRIO DE SAN NICOLÁS
2




EDIFICIO TRANSRADIO




3
EDIFICIO SAFICO




3
EDIFICIO ELORTONDO ALVEAR




3
RESTAURANTE SORRENTO



3

RESTAURANTE LA CASONA



3

IGLESIA EVANGELICA METODISTA
2



3
TEATRO ASTROS
2

3


ESQUINA DEL TANGO
3
2



TEATRO TABARIS
2

3


TEATRO GRAN REX
2

3

1
TEATRO OPERA
2

3

1
TEATRO EL NACIONAL
2

3


PIZZERIA GENOVA



3

TRUST JOYERO RELOJERO




3
OBELISCO DE BS.AS.
3
2



TEATRO COLÓN
3
1


2
TEATRO BROADWAY
2

3


CONFITERÍA EL VESUVIO
3
1

2

LIBRERÍA EDIPO
2




TEATRO LOLA MEMBRIVES
2

3


MULTITEATRO
2

3


CAFÉ EL ESTAÑO
3
1

2

PIZZERÍA BANCHERO



3

LIBRERÍAS CUSPIDE
2




LIBRERÍA LIBERTADOR
2




IL GATTO TRATTORIAS



3

LIBRERÍAS HERNANDEZ
2




LOCAL ARCOR



3

TEATRO METROPOLITAN
2

3


PIZZERÍA GUERRÍN



3

CINE LORCA


3


CAFÉ LOS INMORTALES
3
1

2

EX TEATRO APOLO

3



BAR LA GIRALDA
3
1

2

BOMBONERÍA BOMBONELLA
2


3

EL KIOSCO DEL TANGO
3




LIBRERÍA LORRAINE
2




TEATRO GENERAL SAN MARTÍN
2

3

1
CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN
3




LIBRERÍA LOSADA
2




LIBRERÍA ANTIGONA LIBERARTE
2




EX CASA DE GARDEL

3



MUSEO VICENTE LOPEZ Y PLANES
3




CINE - TEATRO PREMIER
2

3


CENTRO CULTURAL SAN MARTIN
3



2
CAFÉ LA PAZ
3
1

2

EX CAFÉ RAMOS

3



PALACIO DE LA PAPA FRITA



3

LIBRERÍA LA CATEDRA
2




BELISARIO CLUB CULTURAL
2

3


TEATRO ASTRAL
2

3


TEATRO PRESIDENTE ALVEAR
2

3

1
COMPLEJO LA PLAZA
1

3
2

MUSEO BEATLE
3




CAFÉ EL GATO NEGRO
3


2

MONUMENTO A ALBERTO OLMEDO Y JAVIER PORTALES
3




MULTIESPACIO LOS ANGELES


3


RESTAURANTE LA PASIVA



3

TOTAL
103
22
54
44
36