DESCRIPCIÓN HISTÓRICA
Corrientes angosta
En el siglo XVIII, lo que hoy es una de las más importantes
avenidas de Buenos Aires, sólo era un simple sendero de tierra denominado del
Sol, alejado de la pequeña aldea de Buenos Aires. Se abría paso desde la línea
de la costa del Río de La Plata (que llegaba a la altura de la actual avenida
Leandro N. Alem) y se desdibujaba entre los campos del oeste.
En 1729 Domingo de Acassuso fundó donde hoy se emplaza el
Obelisco, el templo de San Nicolás de Bari (más adelante se detalla al
respecto), sobre el cual, según se afirma, se izaría en 1812 la bandera
argentina por primera vez en Buenos Aires.1 Debido a la instalación de dicha
iglesia, comenzaron a llamar a la calle San Nicolás.
En 1768 los cabildantes anexaron siete cuadras del ejido
para incorporarlas a la planta urbana. De esta manera la calle pasó a ser su
límite norte y ganó algo de importancia.
En 1808, como consecuencia de haber derrotado a los
británicos durante las Invasiones Inglesas, se decidió llamarla de
Inchaurreguien homenaje al regidor José Santos de Inchaurregui, que se destacó
combatiendo al enemigo. De hecho ese nombre duró poco, pues tras la Revolución
de Mayo un grupo de patriotas borraron los nombres de las calles que
homenajeaban a realistas y comenzaron a llamarla Corrientes, según se cuenta
debido a que esa ciudad era considerada como la primera que adhirió a la causa
de la Independencia. Este nombre se oficializó recién en 1822.2
En 1895 se llamó Triunvirato al tramo entre la avenida Ángel
Gallardo y Scalabrini Ortiz, continuando luego con el nombre de Corrientes
hasta la avenida Congreso. En 1900 directamente Triunvirato desde Ángel
Gallardo hasta Congreso; en 1927, Corrientes, desde la Avenida Congreso; y en
1937 (y hasta la actualidad) Corrientes desde Av. Eduardo Madero hasta Federico
Lacroze quedando el nombre de Triunvirato hasta la Av. Ricardo Balbín.3
En 1872 se inauguró en Esmeralda y Suipacha el Teatro Ópera
y, entre Maipú y Esmeralda, el Teatro Odeón y el Politeama Argentino(estos dos
últimos ya no existen). Hacia principios del siglo XX se instalaron varios
cafés y restaurantes que se mantenían abiertos por la noche a los que
concurrían muchos músicos de tango. También en esta época muchos judíos
procedentes de Alepo se instalaron en negocios desde la actual calle Uriburu
hasta Centroamérica (hoy Avenida Pueyrredón), en la zona que se conoce como el
Once. Lo mismo hicieron a partir de 1914 los sirios, armenios libaneses y
judíos sefardíes y de la Europa Oriental, perseguidos por causas religiosas o
como consecuencia de la Primera Guerra Mundial.
En julio de 1890, durante la llamada Revolución del Parque,
fueron lugares de cruentos combates la azotea del desaparecido teatro
Politeama, los techos de la hoy también desaparecida Iglesia de San Nicolás, y
la esquina de la calle Paraná.
El ensanche
El gobierno de Bernardino Rivadavia había decretado en 1822
que se convirtiera en una avenida de 30 varas de ancho (26 m), pero esto no se
llegó a realizar. En 1910 una ordenanza del intendente Joaquín Samuel de
Anchorena dispuso ensancharla, de manera que a partir de ese año las nuevas
construcciones comenzaron a levantarse siguiendo una nueva línea de
edificación. Sin embargo hubo que esperar a la década del 30, en que se vio la
necesidad de adecuar el diseño urbano al crecimiento de la población y a los
nuevos medios de transporte, para que, así como Corrientes, se ensancharan las
avenidas Santa Fe, Córdoba, Independencia y Belgrano; y se construyera la
Avenida Roque Sáenz Peña, que corta a Corrientes en diagonal.
La calle dejó entonces de ser angosta demoliendo
edificaciones que estaban en la vereda norte. Las obras comenzaron en 1931 y la
primera cuadra elegida fue la que se extiende entre las calles Uruguay y
Paraná, siendo intendente José Guerrico.
La obra se completó en 1936, durante el gobierno del
Intendente Mariano de Vedia y Mitre, al celebrarse el cuarto centenario de la
primera fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza, perdiendo además
Corrientes la cuadra en la que actualmente se cruza con la Avenida 9 de Julio.
En dicha cuadra se demolieron entre otros edificios la mencionada iglesia de
San Nicolás y se construyó el que se convertiría en ícono de Buenos Aires: el
Obelisco, de 67,5 metros de altura.
Al avanzar las obras fue necesario demoler el Circo
Hippodrome, en la esquina con Carlos Pellegrini. En él actuaron figuras muy
populares, entre ellas el payaso, acróbata y director circense Frank Brown,
nacido en Inglaterra y muy querido por los porteños de varias generaciones,
algunos de los cuales disfrutaron siendo niños su costumbre de repartir
golosinas luego de la matiné.5
En 2003 se iniciaron nuevas obras que tuvieron que ver con
su ancho, y que finalizaron en 2005. En este caso se ensancharon sus veredas de
3,5 m a 5 m eliminando un carril para automóviles. Se renovó también el
mobiliario urbano —teléfonos públicos, quioscos, refugios para colectivos— en
las cuadras que van desde el 1100, en su intersección con Cerrito, hasta el
cruce con la avenida Callao'' en el 1800. Se invirtieron 7,5 millones de
pesos.6 En 2009 el ensanche continuó en la zona de Callao hasta Pueyrredón.
En marzo de 2007, organizada por la Subsecretaría de
Industrias Culturales del Ministerio de Producción de la ciudad, se realizó la
primera Noche de las Librerías, en la cual se cerraron al tránsito las cuadras
de la avenida entre Callao y Uruguay, transformándolas en un gran espacio
peatonal con stands de libros y sillones para leer sobre la calle.7 El evento
se continúa haciendo anualmente.
Trenes, tranvías y subterráneo
En 1857 circuló por ella, desde la actual Riobamba hasta
Pueyrredón, el primer ferrocarril argentino, llamado Ferrocarril Oeste de
Buenos Aires. En 1873, debido a la gran urbanización de la ciudad, este tren dejó
de circular por el mencionado trayecto, retirándose las vías desde 1892.
En 1871, durante la epidemia de fiebre amarilla; y con la
finalidad de evacuar con mayor rapidez los cadáveres de la ciudad, se incorporó
un tramo del Ferrocarril Oeste desde Pueyrredón hasta un cementerio que se
habilitó al efecto, en donde actualmente se encuentra el Parque Los Andes(y que
luego se trasladaría al actual de la Chacarita). La construcción del tramo, que
se concluyó en dos meses, la dirigió el ingeniero Augusto Ringuelet. Al tren
que cumplía la lúgubre misión de transportar los cadáveres se lo conocía como
de la muerte o fúnebre, al igual que a las tres estaciones en la que se
depositaban los mismos para ser trasladados: la Bermejo, en la esquina sudoeste
de la calle homónima (hoy Jean Jaurés) con la avenida Corrientes, la que se
encontraba en la esquina sudoeste de Corrientes y Medrano; y la de la esquina
con Scalabrini Ortiz (entonces llamada Camino Ministro Inglés).
Al mencionado tren lo sucedió el tranvía Fúnebre y a partir
de éste, en 1887, la compañía Lacroze obtuvo una concesión para extender vías
por donde circularía el llamado tranvía Rural, de tracción a sangre como todos
los de esa época, desde la actual Pueyrredón hasta la Chacarita, por la actual
Corrientes, y de este último punto hacia Belgrano y de aquí ramales a la
provincia. Este contrato se le otorgó con la condición de que además de
pasajeros debían llevar cadáveres hasta el cementerio. Eran tranvías de techo
abierto y asientos de madera y fue principalmente gracias ellos que las
viviendas se fueron extendiendo sobre las quintas y los hornos de barro que aún
existían.
Mucho más moderno, desde el año 2007 el Tranvía del Este
tiene una parada a menos de 50 m del inicio de la avenida: la estación Corrientes,
en Av. Alicia Moreau de Justo, entre Lavalle y Corrientes.
En cuanto al subte, en 1912 el Congreso de la Nación
Argentina sancionó la ley para la realización de la línea que debería unir el
Correo Central y la intersección de las calles Triunvirato y Elcano y que
recibiría el nombre de línea B.
El 17 de diciembre de 1927 se firmó en Nueva York el
convenio financiero para construirlo y se otorgaba la concesión de la línea de
pasajeros, encomiendas y cargas a la compañía Lacroze Hermanos.
El primer tramo, entre Lacroze y Callao, fue inaugurado el
17 de octubre de 1930 y medía 7,021 km. El 22 de junio del año siguiente fue
extendido hasta la estación Carlos Pellegrini. Finalmente la línea se completó
el 1 de diciembre de 1931 cuando el subte llegó hasta la estación Leandro N.
Alem. Estos tres tramos se realizaron en su totalidad por debajo de la avenida
e incluyen 19 curvas y 13 estaciones.
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