Fue proyectado por el arquitecto Alejandro Christophersen,
miembro del directorio de la compañía, para alojar a las oficinas y
dependencias de la Transradio Internacional, parte de la Compañía Argentina de
Telecomunicaciones S.A.
La entrada para el público se encuentra en la ochava, y está
coronada por un gran reloj dorado con los signos del zodíaco. Por ella se
accedía a las ventanillas del telégrafo. La entrada principal a los pisos
superiores está sobre la calle San Martín.
En el subsuelo se instalaron los archivos del edificio y la
caldera de calefacción y otras máquinas. En el 1º piso se instalaron los
locales de trabajo: el taller electromecánico, los transmisores, y controles
especiales. En el 2º piso, las contadurías, secretarías y otras oficinas. En el
3º, el directorio, la administración general, la gerencia y el salón de actos y
conferencias con sistema de aire acondicionado. El 4º piso se ubicaron las
oficinas técnicas, fototelegrafía, laboratorios, etc. En los pisos 5º, 6º y 7º
se instalaron oficinas de renta (alquiler); y el 8º piso se destinó a distintas
dependencias, como la residencia del portero y divisiones de mantenimiento.
La fachada del edificio fue agredida por esquirlas de
proyectiles disparados por un tanque Sherman del ejército, al ser éste tomado
por militantes peronistas durante la Revolución Libertadora de 1955.
Actualmente el
edificio lo ocupa una sucursal del HSBC (que absorbió a la Banca Nazionale del
Lavoro).
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